jueves, 30 de julio de 2015

Doble Titulación LCI en Sup de Co.---Alejandra Saucedo---

De agosto del 2008 a octubre del 2009, tuve la oportunidad de vivir lo que se convirtió hasta este momento de mi vida en una de las experiencias más enriquecedoras  tanto a nivel personal como profesional, caracterizado por un inmenso  aprendizaje cotidiano de mi misma,  de mi cultura y de todo lo diferente y nuevo a lo que me enfrenté: lugar, gente,  costumbres, hábitos, comportamientos, comida, clima, escuela, etc., es decir, otra cultura.
El vivir y estudiar en Francia, me permitió tener un panorama más amplio de su cultura y forma de vida, por lo que  me encantaría poder compartir algunas de mis apreciaciones durante mi estancia.
La Rochelle, Francia es una ciudad pequeña ubicada sobre la costa atlántica, a sólo 3.5 horas de París. Esta ciudad pudiera ser comparada con Guanajuato, en el sentido de que es una ciudad turística, pequeña y con una gran cantidad de estudiantes. Algo característico de La Rochelle  es su cuidado al medio amiente, el uso de bicicletas y coches eléctricos es muy común, y el separar la basura es cosa obligatoria, además se trata de una ciudad muy segura.
Yo estudié en la Escuela Superior de Comercio de La Rochelle, en el programa de Bachelor Internacional, y es aquí donde viene ¡mi primer “shock”! (y quisiera aclarar que al llamarlo shock no hago  referencia a un sentido negativo), ¡fisonomías distintas!, ¡voces extrañas!  ¡idiomas diferentes a cada lado al que dirigía mi atención!: español, inglés, francés, chino,  alemán y otros más que no podía ni siquiera identificar. Sí, ¡tomaría clases con personas de diferentes nacionalidades!, eso me emocionaba bastante, nunca había tenido la oportunidad de estudiar y convivir tan de cerca con una comunidad tan diversa.  Pero no todo sería tan fácil como conocer gente, por que ahora habría que convivir y  trabajar juntos, trabajar en equipos donde estaba con 2 chinos, 1 alemán, 3 franceses, 2 españoles,  2 inglesas, suena muy bien pero al poner las cartas sobre la mesa resulta que todos y cada uno de los integrantes somos tan diferentes en manera de pensar,  y el primer reto era ponerse de acuerdo, mucho estrés, mucho tiempo a invertir, ¡mucho que aprender!
En cuanto al sistema educativo en el que me vi inmersa en mi escuela francesa, me percaté de muchas diferencias respecto al sistema que había llevado en Guanajuato. Por ejemplo, el nivel de exigencia es mucho mayor,  y el ambiente es muy competitivo. Pero para mi sorpresa  es muy raro que los estudiantes obtengan excelentes notas, precisamente por el grado de dificultad.
La metodología de trabajo es más práctica que teórica y está muy orientada hacia la investigación, al desarrollo de ensayos, artículos, proyectos, solución de problemas, etc., de hecho muchos de los exámenes son sobre desarrollo de temáticas, opiniones fundamentadas y aplicación práctica de lo visto en clase, no se trata tanto de memorizar conceptos. Otro aspecto que quisiera mencionar es sobre la cuestión del plagio, que es de suma importancia, ¡cero “copy paste” o “wikipedia”!, realmente no estaba acostumbrada a investigar, ni conocía la metodología para hacer citas, referencias o construir la bibliografía, y eso lo aprendí  con un rotundo cero en un trabajo, ya que es considerada una falta muy grave y sancionada.
Las clases  son impartidas en inglés y en francés, lo cual revolvió un poco mis neuronas en un principio haciendo un divertido  “frenchanglaispagnol” pero que con el paso de algunas semanas cada uno fue tomando su lugar y me permitió mejorar considerablemente mi aprendizaje  en idiomas.  Algo que aprecié mucho, fue el hecho de que tuve catedráticos casi todos con doctorado o profesionales dentro de su campo de enseñanza ¡y  lo mejor! de diferentes partes del mundo. Por ejemplo, con un perfil impresionante, mi maestra favorita: Dra. Taran Patel,  de India, especialista en “Management Intercultural”,  ha trabajado en diferentes países como Francia, España, Finlandia, Reino Unido, Estados Unidos, entre otros, y ha escrito numerosos artículos, publicado libros, y solo como dato curioso su asesor de tesis del doctorado fue un premio nobel.
En cuanto a los horarios de cursos me fue un tanto  difícil adaptarme a su método, éste consiste en cursos intensivos, es decir cada curso tiene una determinada duración de horas y estas horas pueden ser cubiertas en una sola semana según la disponibilidad de los catedráticos, por ejemplo, una misma materia 4 horas por la mañana y 4 horas por la tarde por tres días consecutivos a la semana, era demasiado para mi capacidad de atención y concentración en un mismo curso, puesto que estaba acostumbrada a clases de máximo de 3 horas y con receso a la mitad. No hay un plan establecido para los cursos, éste se consulta cada semana. Cada alumno tiene una cuenta en el intranet de la escuela en donde podemos consultar nuestros horarios, ver calificaciones, descargar archivos de las clases, consultar ofertas de prácticas, contactar  profesores, etc.
En la escuela hay diferentes actividades, talleres y deportes, así como una asociación de alumnos para los estudiantes internacionales que organizan diferentes actividades de integración como fiestas o viajes. En general los franceses tienen una actitud muy abierta hacia los estudiantes extranjeros,  lo cual creo que se debe a que su formación consiste en dos años de expatriación en diferentes partes del mundo. Sin embargo, el establecer una amistad no es tan fácil y lleva algo de tiempo, puesto que en general son muy celosos de su vida personal. El famoso “NO”, en México normalmente no estamos acostumbrados a dar como respuesta un NO de manera directa, con frecuencia lo disfrazamos para no parecer descorteces, pero estando en Francia me dí cuenta que para los franceses es de lo más normal decirte NO cuando en verdad algo no les apetece, sin ser una descortesía.
Pero claro que no todo se trata de ir a la escuela, el ser estudiante en La Rochelle implica también la diversión. En la  Rochelle, hay varios bares  o pequeños antros, pero sobretodo se acostumbran las fiestas en casas, donde son muy comunes las fiestas internacionales.
Sin duda  todas y cada una de las vivencias acumuladas a lo largo de mi estancia se convierten en un gran aprendizaje, que me ha hecho madurar, tener una visión distinta  y más abierta  donde el obtener el segundo título profesional se convierte en un logro secundario comparado con mi crecimiento personal.

Ale Saucedo Franco.

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